viernes, 26 de diciembre de 2014

Hobos

Fotografía: Dorothea Lange


NO TE DETENGAS

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas ...

Walt Whitman


martes, 23 de diciembre de 2014

¿Christmas?

Fotografía: Gian Paolo Tomasi

    Embriáguense

    Hay que estar ebrio siempre. Todo reside en eso: esta es la única cuestión. Para no sentir el horrible peso del tiempo que nos rompe las espaldas y nos hace inclinar hacia la tierra, hay que embriagarse sin descanso.

    Pero, ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca. Pero embriáguense.

    Y si a veces, sobre las gradas de un palacio, sobre la verde hierba de una zanja, en la soledad huraña de su cuarto, la ebriedad ya atenuada o desaparecida ustedes se despiertan pregunten al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, pregúntenle qué hora es; y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj, contestarán:

    "¡Es hora de embriagarse!"

    Para no ser los esclavos martirizados del tiempo,
    ¡Embriáguense, embriáguense sin cesar!
    De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca.


    Charles Baudelaire

viernes, 19 de diciembre de 2014

El día que...

 
Naomi Campbell Autor: Anton Corbijn

El día que te besé, la última cucaracha
se murió. Las Naciones Unidas

abolieron todas las cárceles. El papa

admitió a Jean Genet como miembro
del Colegio de Cardenales. La
Fundación Ford, con gasto enorme,
reconstruyó la ciudad de Atenas.

El día que hicimos el amor, el dios pan
volvió a la Tierra, Eisenhower dejó
de jugar al golf. Los supermercados
vendieron marihuana. Y Apolo leyó
poemas en el parque Union Square.

El día que retozaste en mi cuerpo
las bombas se disolvieron.


Díane di Prima

viernes, 12 de diciembre de 2014

Cartas

Fotografía: Irving Penn


Carta de Neal Cassady a Jack Kerouac 

Estimado Jack: 
Estoy sentado en un bar en Market Street. Estoy borracho, bueno, no tanto, pero pronto lo estaré. Me encuentro aquí por dos razones: debo esperar 5 horas para el autobús a Denver, y finalmente, pero no menos importante, me encuentro aquí (bebiendo), por supuesto, por una mujer y ¡qué mujer! Para ser cronológico al respecto: 
Estaba sentado en el autobús cuando se detuvo en Indianápolis, Indiana para tomar más pasajeros. ¡Una perfectamente proporcionada, bella, intelectual, apasionada, personificación de Venus de Milo me preguntó si el asiento a mi lado estaba reservado! Me atraganté (estaba borracho), hice gárgaras y tartamudeé: ¡NO! (Paradojas de la expresión, después de todo, ¿cómo se puede tartamudear ¡No!?) Se sentó ―Yo sudé― Ella empezó a hablar; yo sabía que diría generalidades, así que, para ponerla a prueba, permanecí en silencio. 
Ella (su nombre es Patricia) se subió al autobús a las 8 pm (¡Oscuro!) Yo no hablé hasta las 10 pm ―en el intermedio de 2 horas no sólo, por supuesto, determiné que la haría mía, sino también, CÓMO LO HARÍA. 
Naturalmente, no puedo citar la conversación textualmente, pese a ello, trataré de contarte la esencia de lo que ocurrió desde las 10 pm hasta las 2 am. 
Sin los mínimos comentarios preliminares (¿cuál es tu nombre?, ¿hacia dónde vas?, etc.), me conecté en una forma de hablar completamente consciente, completamente subjetiva, personal y, por así decirlo, “penetrando su corazón”; para ser más breve (pues me estoy volviendo incapaz de escribir), a los dos de la madrugada la tenía jurándome eterno amor, completamente sojuzgada a mí y a mi inmediata satisfacción. Anticipando aún más placer, no quería que ella me la chupara en el autobús, en vez de ello jugamos, así como dicen, entre nosotros. 
Sabiendo completamente mío este ser supremo perfecto (cuando esté más coherente, te contaré su historia completa y la razón sicológica por la cual me amaba), no pude concebir ningún obstáculo para mi satisfacción, pero “los mejores planes del ratón y de los hombres acaban extraviados” y mi némesis fue su hermana, la bruja. 
Pat me había dicho que su razón de viajar a Saint Louis era para ver a su hermana; había quedado en encontrarla en la terminal. Así que, para deshacerse de la hermana, espiamos alrededor de la terminal cuando llegamos a Saint Louis a las 4 am para ver si ella (su hermana) estaba allí. Si no lo estaba, Pat pediría su maleta, se cambiaría de ropa en el baño y ella y yo nos iríamos a un cuarto de hotel por una noche (¿años?) de perfecta dicha. La hermana no estaba a la vista, así que Ella (nota la mayúscula) tomó su maleta y se retiró al baño a cambiarse ―guión largo―. 
Este párrafo debe, por necesidad, ser escrito de una forma completamente objetiva.
Edith (su hermana) y Patricia (mi amor) salieron de la casa de los meados tomadas de las manos (no voy a describir mis emociones). Parecía que Edith (bah) llegó temprano a la terminal y mientras esperaba a Patricia, sintiéndose adormilada, se acostó en un sillón. Por ello Patricia y yo no la vimos.
Mis esfuerzos desesperados por liberar a Pat de Edith fracasaron, aún los sentimientos de terror y de esclavitud de Pat hacia ella se rebelaron demasiado para afirmar que ella debería ver a “alguien” y más tarde yo me encontraría con Edith. Todo fracasó. Edith era inteligente; ella vio lo que estaba sucediendo entre Pat y yo.
Bien, para resumir: Pat y yo estuvimos en la terminal (a la vista de su hermana) apretándonos el uno contra el otro, jurando no amar nunca más y luego yo tomé el autobús a Kansas City y Pat se fue a su casa, dócilmente, con su dominante hermana. ¡Ay, ay de mí!
En completo (trata de compartir mis emociones) desconsuelo, me senté, mientras el autobús avanzaba hacia Kansas City. En Columbia, Missouri, una joven (19), completamente pasiva (mi carne), virgen subió al ómnibus y compartió mi asiento… En mi abatimiento por haber perdido a Pat, la perfecta, decidí sentarme en el autobús (detrás del conductor) a plena luz del día y seducirla. Desde las 10:30 am hasta las 2:30 pm yo hablé. Cuando había terminado, ella (confusa, su vida entera confundida, metafísicamente asombrada por mí, apasionada en su inmadurez) llamó a sus viejos en Kansas City y fue conmigo a un parque (estaba empezando a oscurecer), y me la tiré; la cogí como nunca antes; todas mis emociones reprimidas encontraron su liberación en esta joven virgen (y lo era) quien es, para el caso, ¡una maestra de escuela! Imagina, ella ha cursado 2 años en Mo. St. Teacher’s College y ahora da clases en Junior High (ya no estoy pensando correctamente).
Voy a parar de escribir. Oh sí, para liberarme por un momento de mis emociones. Debes leer Las Almas Muertas, partes de ella (donde Gogol muestra su perspicacia) son como tú.
Elaboraré más adelante (¿probablemente?), pero por el momento estoy borracho y feliz. Después de todo, estoy ya libre de Patricia debido a la joven virgen. No tengo nombre para ella. Al compás de las alegres notas de Lester Young y “Jumping at Mesners” (que estoy escuchando) cierro hasta luego.

A mi hermano
¡Adelante!

N. L. Cassady

P.D. Olvidé mencionar que los padres de Patricia viven en Ozone Park y, por supuesto, como su apellido es Lague, ella es francocanadiense como tú.

Escribiré pronto,

Neal.

P.P.D. Por favor lee esta ilegible carta como una cadena continúa de pensamiento indisciplinado, gracias.

N.

P.P.P.D. Post, post, post data, sigue trabajando duro, termina tu novela y encuentra conocimiento verdadero, fuerza en la soledad y no desesperación. Incidentalmente estoy empezando una novela también, “créelo o no”. Adiós.


viernes, 5 de diciembre de 2014

Melancolía



Fotografía: Horst P. Horst


Oda a la melancolía

No vayas al Leteo ni exprimas el morado
Acónito buscando su vino embriagador;
No dejes que tu pálida frente sea besada
Por la noche, violácea uva de Proserpina.
No hagas tu rosario con los frutos del tejo
Ni dejes que polilla o escarabajo sean
Tu alma plañidera, ni que el búho nocturno
Contemple los misterios de tu honda tristeza.
Pues la sombra a la sombra regresa, somnolienta,
Y ahoga la vigilia angustiosa del espíritu.

Pero cuando el acceso de atroz melancolía
Se cierna repentino, cual nube desde el cielo
Que cuida de las flores combadas por el sol
Y que la verde colina desdibuja en su lluvia,
Enjuga tu tristeza en una rosa temprana
O en el salino arco iris de la ola marina
O en la hermosura esférica de las peonías;
O, si tu amada expresa el motivo de su enfado,
Toma firme su mano, deja que en tanto truene
Y contempla, constante, sus ojos sin igual.

Con la Belleza habita, Belleza que es mortal.
También con la alegría, cuya mano en sus labios
Siempre esboza un adiós; y con el placer doliente
Que en tanto la abeja liba se torna veneno.
Pues en el mismo templo del Placer, con su velo
Tiene su soberano numen Melancolía,
Aunque lo pueda ver sólo aquel cuya ansiosa
Boca muerde la uva fatal de la alegría.
Esa alma probará su tristísimo poder
Y entre sus neblinosos trofeos será expuesta.

John  Keats