viernes, 26 de septiembre de 2014

El acto según Cortázar

Fotografía: Helmut Newton


Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada ver que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las amillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente sus orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, la estefurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohe! ¡Evohe!*. Volposados en la cresta del mureflo, se sentían balparamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que lo ordopenaban hasta el límite de las fundidas.

* ¡Evohé!: grito de las bacantes para aclamar o invocar a Baco.

Julio Cortázar - Fragmento de Rayuela 

9 comentarios:

Juan Nadie dijo...

Y se inventó el "glíglico". Con un par.

Sirgatopardo dijo...

Esta mañana me ha regalado Antonio un interesante libro sobre Cortázar. El domingo, siempre que exista interés por su parte, habrá que prestárselo a algún enormísimo cronopio...

marian dijo...

Qué sentido del humor. Divertido Cortázar en la descripción.

carlos perrotti dijo...

Música glíglica, Maestro...

Sirgatopardo dijo...

Una imaginación al alcance de unos pocos privilegiados,

Sirgatopardo dijo...

Baden Powell, un cronopio desmesurado.

Juan Nadie dijo...

Acordate...

marian dijo...

Vaya acento campurriano más raro tienen algunos.

Sirgatopardo dijo...

Cosas de la edad...